Por qué nuestras aportaciones sobre los mensajes de advertencia pueden marcar un antes y un después en el juego “responsable”.
La regulación del juego en España vive un momento clave: la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ)
ha abierto un trámite de información pública para aprobar las especificaciones técnicas de los mensajes
obligatorios de advertencia en las comunicaciones comerciales de las actividades de juego.
Desde la Asociación Española de Jugadores de Apuestas Deportivas (AEJAD) hemos remitido un documento
técnico-jurídico con nuestras aportaciones. En este artículo explicamos qué se está regulando, por qué
pensamos que la propuesta actual es insuficiente y qué cambios proponemos para que los mensajes sirvan
realmente para proteger a los jugadores.
Puedes consultar el documento completo de aportaciones aquí:
¿Qué está regulando exactamente la DGOJ?
El proyecto de resolución de la DGOJ desarrolla el artículo 10 del Real Decreto 958/2020 e introduce la
obligación de que toda comunicación comercial de actividades de juego incluya dos tipos de mensajes:
Uno relativo a los efectos dañinos derivados de la ludopatía o de un comportamiento de riesgo.
Otro relativo a la prohibición de participación de menores de edad.
Es importante subrayar que esto afecta tanto a operadores privados como a operadores públicos (SELAE, ONCE),
siempre que realicen comunicaciones comerciales en medios audiovisuales, digitales o presenciales. No se
aplica directamente a los propios productos físicos (décimos, cupones, boletos), salvo que se usen como
soporte publicitario.
Qué problema vemos en los mensajes propuestos por la DGOJ
AEJAD comparte por completo la finalidad de la norma: aumentar la percepción de riesgo, prevenir el juego
problemático y proteger a consumidores y consumidoras. Sin embargo, los mensajes propuestos en el proyecto
actual presentan varias limitaciones importantes:
Se centran casi exclusivamente en el daño económico, cuando la ludopatía implica también daños
emocionales, sociales, familiares, laborales y de salud (estrés, ansiedad, mentiras, deterioro de relaciones, etc.).
Utilizan estadísticas poco intuitivas (porcentajes agregados, ratios pérdidas/ganancias) que pueden
ser malinterpretadas o tener poco impacto preventivo, especialmente en personas con exceso de confianza.
No explican cómo funciona realmente el juego: no se habla de varianza, azar, valor esperado negativo,
rachas de pérdidas ni de la diferencia entre juegos de azar puro y juegos con componente de destreza.
Ignoran las asimetrías contractuales entre operadores y jugadores (limitaciones de cuentas ganadoras,
conflictos de interés de algunos pronosticadores afiliados, etc.).
En resumen: se pierde una oportunidad para informar de verdad a los jugadores y ajustar sus expectativas a la
realidad del juego online.
Qué propone AEJAD: 15 mensajes que sí informan de la realidad
En nuestras aportaciones proponemos que el sistema de advertencias no se limite a uno o dos mensajes genéricos,
sino que se configure una rotación de 15 mensajes preventivos, agrupados en tres categorías:
3 mensajes basados en los propuestos por la DGOJ, pero reformulados para que sean más claros y
comprensibles (por ejemplo, sustituyendo porcentajes abstractos por magnitudes concretas de pérdidas medias).
Mensajes específicos para apuestas deportivas, que informan de:
La posibilidad real de que las casas limiten o cierren cuentas ganadoras.
El conflicto de interés cuando los pronosticadores cobran comisiones sobre las pérdidas de sus referidos.
La dificultad de ganar a largo plazo incluso con estrategia, disciplina y experiencia.
La importancia de la disciplina y la gestión del riesgo para no perder el control.
Mensajes específicos para juegos de azar puro (slots, ruleta, etc.), recordando que el valor esperado es siempre negativo y que, cuanto más se juega, más se pierde.
Mensajes generales válidos para cualquier tipo de juego, que abordan:
Los daños no económicos: relaciones personales, rendimiento académico o laboral, bienestar emocional.
Señales de riesgo como mentir sobre cuánto se juega, sentir estrés o irritabilidad, o apostar más tras perder.
El coste de oportunidad del tiempo invertido en jugar frente a otras actividades.
La conveniencia de probar primero con “play money” o simuladores antes de arriesgar dinero real.
En el anexo de las aportaciones presentamos estos 15 mensajes en formato de recuadros, similares a las
advertencias del tabaco, para que se aprecie de forma visual su posible impacto en la práctica.
Rotación y adaptación por tipo de juego: lecciones del tabaco
Una de las propuestas clave de AEJAD es que los mensajes no sean siempre los mismos. La experiencia de las
advertencias sanitarias en el tabaco muestra que, si un mensaje se repite sin cambios, el usuario acaba
desensibilizándose: lo ve, pero deja de verlo.
Por eso proponemos:
Un sistema de rotación periódica de mensajes, de forma similar a los “juegos” de advertencias utilizados en las cajetillas de tabaco.
Adaptar los mensajes al tipo de producto: uno de los grandes fallos del planteamiento actual es tratar igual a juegos de azar puro y a juegos con componente de predicción o destreza (como las apuestas deportivas o las quinielas).
No es lo mismo jugar a una tragaperras que hacer una apuesta deportiva, pero en ambos casos el jugador puede perder el control, entrar en dinámicas de chasing o ver deteriorada su vida personal. Las advertencias deben reflejar esa realidad.
Por qué creemos que estos mensajes serían más eficaces
Las propuestas de AEJAD se basan en tres pilares:
Evidencia clínica: el DSM-5 describe el juego patológico como un trastorno de control de impulsos donde la pérdida de control, la escalada, las mentiras y el deterioro social son elementos centrales. El daño va mucho más allá de perder dinero.
Evidencia matemática: en los juegos de azar puro el valor esperado es siempre negativo; en las apuestas deportivas, la mayoría de jugadores pierde a largo plazo, incluso cuando creen tener “ventaja”.
Evidencia conductual: la psicología del comportamiento muestra que los jugadores tienden a tener exceso de confianza, ilusión de control y tendencia a recuperar pérdidas con decisiones impulsivas.
Un buen mensaje de advertencia debe atacar justo ahí: corregir percepciones erróneas, explicar de forma sencilla cómo funcionan el azar y la varianza, señalar señales de riesgo y recordar que la relación con el operador no es simétrica ni está exenta de conflictos.
Qué pedimos a la DGOJ
En nuestro documento, AEJAD solicita a la DGOJ, entre otras cuestiones:
Que revise en profundidad los mensajes propuestos y los sustituya por otros que reflejen mejor la realidad del mercado y los riesgos del juego online.
Que incorpore un catálogo amplio de mensajes (como los 15 que proponemos), con rotación periódica y diferenciación por tipo de juego.
Que las advertencias aborden tanto los daños económicos como los no económicos (emocionales, sociales, de salud).
Que se expliquen de forma clara y sencilla conceptos clave como azar, varianza, valor esperado negativo, rachas de pérdidas o asimetrías contractuales.
Que se evalúe el impacto real de los mensajes, y que futuras revisiones se basen en evidencia y resultados.













